ETAPAS DE FORMACIÓN CSJ
28.10.2014 16:03
La vida religiosa sigue siendo un carisma muy importante dentro de la vida de la Iglesia, como testimonio de la presencia amorosa de Dios en el mundo y como instrumento que anuncia el mensaje evangélico y construye el reino de Dios ya desde ahora.
ETAPAS DE FORMACION EN NUESTRA CONGREGACIÓN
La formación, nunca debe proceder por saltos sino armónica y gradualmente, por eso en nuestra familia religiosa tiene las siguientes etapas:
ASPIRANTADO
La joven vive en una casa de la Congregación destinada para este fin. Una Hermana es la encargada del acompañamiento personal, de acuerdo con el Plan de Formación para esta etapa. Continúa sus estudios teniendo en cuenta la realidad de cada joven.
El objetivo de esta etapa es ayudar a las jóvenes a discernir su vocación para hacer una opción fundamental de su proyecto de vida en la iglesia.
“HABLA SEÑOR QUE TU SIERVO ESCUCHA”
El postulantado no es una iniciación a la vida Religiosa sino una preparación inmediata a ella que tiene por objeto permitir formar un juicio sobre la aptitud y vocación de la candidata
El Noviciado es la etapa con la que comienza la vida en nuestra Congregación. Tiene como objetivo importante hacer de ella una mujer de oración, bien entendida de su excelencia, de su práctica y de sus exigencias y como la doctrina de la Cruz de Cristo expuesta pro nuestros Santos Padres Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, es elemento esencial del espíritu del Carmen y de Nuestra Congregación, se les propondrá con claridad y se les inducirá a vivir con generosidad sus exigencias bajo el acompañamiento y la inspiración de la Virgen marìa. ( Const. N. 123)
Comprendí que el amor encerraba todas las vocaciones. Entonces, con alegría desbordante, exclamé: ¡Oh Jesús, Amor mío!, por fin he encontrado mi vocación. Mi vocación es el Amor".Santa teresita del N.Jesùs
Con la profesión perpetua no termina la formación en ninguno de sus aspectos, mucho menos en o espiritual, por eso la Carmelita de San José debe aprovechar todas las oportunidades que la Congregación le proporciona para seguirla. Se esforzará durante toda su vida en perfeccionar la formación religiosa y apostólica, doctrinal y técnica de acuerdo con el carisma de Nuestra Congregación y en función del apostolado que ha de desempeñar, consciente de que en su respuesta personal nadie la puede sustituir. (Const. N. 129)
